5.10.08

El Contenido de la Enseñanza


Introducción:
La categoría didáctica "contenido", es una de las fundamentales con las que se caracteriza el proceso docente educativo.

Existen diversas tendencias que se preguntan qué es más importante: dotar de conocimientos al estudiante o desarrollar sus habilidades. Escuelas pedagógicas bajo filosofías pragmáticas consideran que en el contenido debe aparecer, en lo fundamental, el sistema de habilidades y subvaloran los conocimientos. Otros, partiendo de un enfoque racionalista subvaloran la práctica y sólo hacen énfasis en el sistema de conceptos. En las teorías modernas que estudian el proceso docente educativo, sobre la base de un enfoque dialéctico, se entiende que lo segundo, es decir, el desarrollo de habilidades se logra mediante la asimilación de los conocimientos y viceversa, ambos procesos se presentan en la práctica y así se deben ofrecer en el proceso docente educativo.

Es objetivo de esta conferencia que se interprete la caracterización del contenido haciendo uso del enfoque de sistema; así como su relación con la ciencia que les sirve de base.

El contenido de la enseñanza. Definiciones

Se caracterizará el contenido haciendo uso del enfoque de sistema destacando la relación entre la ciencia que sirve de base a la asignatura y el contenido de la misma. Los niveles de sistematicidad del conocimiento y las habilidades son, también, aspectos fundamentales para poder explicar el contenido.

Al estudiar la categoría contenido se deben precisar sus distintos componentes. En la actividad histórico social y en función de sus necesidades, el hombre transforma el medio que lo rodea y, a la vez, lo refleja en su conciencia. El reflejo en la conciencia del hombre de los objetos en movimiento, así como el de los modos específicos que para cada objeto emplea al relacionarse con ellos, va conformando la cultura humana.

Esa cultura en forma sintética se puede clasificar en términos de conocimientos y habilidades.

Un egresado con características independientes y creadoras, capaz de resolver los problemas de la producción y los servicios que la sociedad le plantea, se forma como tal mediante la adquisición de sólidos conocimientos. Sin embargo, el modo de adquirir esos conocimientos es condición imprescindible para desarrollar las habilidades.

En un mismo proceso docente educativo se presentan, por lo tanto, la asimilación de los conocimientos y el dominio del sistema de acciones vinculados a ellos, es decir, la apropiación de conocimientos y la formación y desarrollo de las habilidades.

El contenido es, por tanto, aquella parte de la cultura de la profesión que debe ser objeto de asimilación por parte de los estudiantes, en el aprendizaje, para alcanzar los objetivos propuestos. Esa cultura la agruparemos en un sistema de conocimientos y un sistema de habilidades.

No se debe identificar el contenido con un simple sistema de conocimientos e ignorar el sistema de formas de relaciones del hombre con los objetos y fenómenos del mundo que lo rodea.

El hombre, en su actividad, no se limita a conocer la realidad, sino que actúa sobre la misma transformándola, para lo cual necesita desarrollar un sistema de habilidades.

En esta clasificación se incluyen, dentro del sistema de habilidades, los hábitos, a sabiendas de que éstos son las habilidades que, en el proceso docente educativo, dada su utilización reiterada y mayor grado de apropiación, se van haciendo menos conscientes, es decir se van automatizando.

En la definición anterior queda evidente la dependencia del contenido respecto a los objetivos, en la que se pone de manifiesto el carácter rector de estos últimos. En el modelo del egresado se expresan los objetivos de la enseñanza, es decir sus características más generales, y de ellas se derivan los objetivos de las disciplinas, asignaturas, así como los de temas y unidades, hasta la tarea. En cada actividad docente se determinan los objetivos que se quieren lograr, a la vez que se fija con qué parte de los contenidos se va a trabajar.

El carácter rector de los objetivos determina no sólo los componentes del contenido, sino su estructura y funciones, es decir, el ordenamiento y subordinación de cada uno de los elementos, así como la manifestación del contenido en el proceso docente educativo.

La apropiación eficiente y sistemática del acervo de la humanidad por parte de las nuevas generaciones se produce en el proceso docente educativo. Es decir, la sistematización de los conocimientos y habilidades conforman la maestría del egresado, lo que es resultado del proceso docente educativo.


Características gnoseológicas del contenido.

A cada ciencia le es imprescindible la determinación de su objeto de estudio.
Desde el punto de vista gnoseológico, en el sistema de conocimientos de una rama del saber, no sólo como disciplina docente, sino en general como una ciencia, es posible precisar cuatro niveles diferentes de sistematicidad, a saber:

- el concepto
- la ley
- la teoría
- el cuadro
Toda ciencia para poder explicar el objeto y sus fenómenos estudia sus diferentes características que con ayuda de conocimientos precedentes, se traducen en conceptos.

El concepto
El concepto es el elemento más importante del pensamiento lógico.
El concepto es la piedra angular del conocimiento racional. Se puede definir como la forma de pensamiento humano en la cual se expresan las características generales y sustanciales de los objetos, las relaciones dadas de un objeto con otro en origen y desarrollo. El concepto es un producto del trabajo del pensamiento, un resultado de la generalización de los conocimientos.
Son conceptos: la propiedad, la magnitud, la categoría, el modelo.
La categoría es un concepto que por su carácter esencial, constituye un aspecto fundamental de la ciencia.

La propiedad es un concepto que refleja una característica o aspecto del objeto, que determina la diferencia o semejanza con otros objetos, y que se manifiesta en la interacción con ellos. Cada objeto tiene varias propiedades cuya unidad es su cualidad.

La magnitud es un concepto que presupone aquel tipo de propiedad del objeto que es susceptible de medirse, de ser caracterizada cuantitativamente a través del proceso de medición. En otras palabras, las magnitudes son conceptos en los cuales es posible introducir una cierta relación de orden, es decir un criterio de cantidad.

El modelo es una representación simplificada del objeto o proceso que se analiza teniendo presente que el mismo refleja sólo algunas características, que son esenciales en el fenómeno en cuestión, desde el punto de vista del investigador, obviando las que desempeñan un papel secundario.

Analizando el fenómeno se destaca lo principal e importante de lo secundario y no esencial; de esa forma se crea un cierto esquema convencional del fenómeno, empleando abstracciones científicas.

Este proceso de separación de conexiones y dependencias que no son fundamentales en un fenómeno, conducen al establecimiento de un modelo..

En la ciencia y la técnica contemporánea, la modelación cumple un papel sumamente importante. Su esencia consiste en la reproducción de determinadas propiedades del objeto del conocimiento.

La ley
Todos los objetos del mundo real se hallan en un proceso eterno de cambio y movimiento, es decir, muestran fenómenos y hechos susceptibles de ser estudiados por el hombre.

De esta forma, allí donde en la superficie estos cambios parecen casuales, sin vínculos entre sí, la ciencia descubre nexos internos profundos. Sobre esta base no sólo es posible explicar los hechos existentes, sino prever otros nuevos y desconocidos.

La ley, en su forma más general, es una determinada relación necesaria entre componentes del objeto, o entre fenómenos y procesos.

Pero no todas las relaciones entre fenómenos, no todo nexo, es una ley. La ley expresa los nexos internos que tienen carácter esencial, actúa siempre y cuando se dan las condiciones exigidas para ello.

En este mismo nivel de sistematicidad están los principios. Ellos se encuentran en la base de la ciencia y son los resultados de la generalización de su actividad. Es posible encontrar su confirmación sólo a lo largo de todo el proceso de desarrollo de la propia ciencia y como consecuencia del escrutinio de una enorme cantidad de hechos y fenómenos de la realidad.

La teoría

En las ciencias de mayor nivel de desarrollo las leyes se unifican en un todo único en los marcos de una determinada teoría, formando un sistema de conceptos, principios, leyes, etc., estrechamente vinculados entre sí.

La teoría es el sistema de conocimientos que explica el conjunto de fenómenos de alguna esfera de la realidad y que reduce todas las leyes que se encuentran en ese dominio bajo un elemento unificador.

La teoría científica debe satisfacer las siguientes exigencias fundamentales:

- debe ser adecuada a su objeto,

- debe ser completa, esto es, explicar todo el conjunto de fenómenos que están en su esfera,

- debe estar exenta de contradicciones lógico formales,

Sobre la base de la teoría es posible, por tanto, explicar el comportamiento del objeto, bajo condiciones concretas, así como pronosticar cómo se comportaría si se conocen tales condiciones.

La teoría no significa la simple suma de las leyes existentes, sino que en toda teoría existe un núcleo que encierra un número relativamente pequeño de leyes esenciales, generales y fundamentales, de las que se derivan las demás.

Para poder explicar el contenido, debemos recurrir a un método, que es el modo de desarrollar la actividad para alcanzar el objetivo, el orden de ejecución de la actividad.

El cuadro

El cuadro es una generalización a nivel de sistema conceptual de los elementos fundamentales delas diferentes teorías y que se sustentan en un modelo determinado de la materia y el movimiento.

A través del mismo es posible concretar conceptos de un grado de generalidad tal que trascienden las diferentes teorías, tales como materia, movimiento, interacción, espacio, tiempo, etc.

En resumen, el contenido de una disciplina docente, está compuesto por el conjunto de conceptos, leyes y teorías y cuadros, con ayuda de las cuales se explica el objeto de estudio.

Aspectos fundamentales del contenido.

El contenido de la enseñanza tiene que reflejar la realidad que presenta la ciencia contemporánea, de forma tal que en la conciencia de los alumnos se llegue a crear una imagen real del mundo objetivo que los rodea; y además el deseo de participar activamente en la transformación de ese mundo.

Por supuesto que no pueden ser incluidos los fundamentos de todas las ciencias de manera independiente, sino dentro de otras asignaturas docentes; por ejemplo, dentro de la Física se pueden incluir elementos de Astronomía; dentro de la Geografía elementos de Geología, etc.

Las disciplinas docentes se ordenan en el plan de estudio partiendo del principio de sistematización, que incluye la regla que plantea ir de lo simple a lo complejo y de lo conocido a lo desconocido. De esta forma puede el alumno apropiarse consecuentemente de los contenidos que ofrece cada asignatura, de una forma lógica, aprovechando los conocimientos precedentes, y formando el basamento adecuado para la futura adquisición de otros.

Debe considerarse la relación intermaterias no sólo desde el punto de vista de la enseñanza, sino también del resultado esperado, como producto del proceso docente educativo. La relación intermaterias no se reduce al sistema de conocimientos. Como resultado del proceso docente educativo debe lograrse el desarrollo de capacidades de los estudiantes, las que resultan de la interacción de diferentes asignaturas.

No siempre el grado de vinculación de los contenidos de una asignatura permite agruparlos en un solo sistema, que se puedan inferir de un solo núcleo, esto obliga a que el profesor al finalizar el tema, establezca los aspectos similares o diferentes, haga resaltar las vinculaciones entre los distintos contenidos, todo lo cual tiende a la sistematización de los distintos temas, en un objeto mayor.

Las tareas que se desarrollan, los problemas que se resuelven en esta etapa del proceso, deben contener situaciones que relacionen los contenidos de temas anteriores con el del tema actual.

El estudiante, al resolver problemas, se verá obligado a hacer uso, de una forma sistemática, de leyes aprendidas en temas distintos, pero que sólo unidas le permiten llegar a la solución del problema, a la transformación correcta y eficiente de la situación planteada.

Características psicológicas del contenido. El sistema de habilidades.

La habilidad es el componente del contenido que refleja las realizaciones del hombre, en una rama del saber propia de la cultura de la humanidad. Es desde el punto de vista psicológico, el sistema de acciones y operaciones dominados por el sujeto, y que responden a un objetivo.

Las habilidades, formando parte del contenido de una asignatura caracterizan en el plano didáctico, las acciones que el estudiante realiza al interactuar con su objeto de estudio.

La habilidad como acción que es, se puede descomponer en operaciones, cuya integración, a su vez, permite el dominio por el estudiante de un modo de actuación.

Se consideran al menos tres tipos de habilidades:

1) Propias de la ciencia.

2) Intelectuales o teóricas:
- generalización,
- análisis y síntesis,
- abstracción.

3) Propias del proceso docente educativo:
- resumir,
- tomar notas,
- redactar informes,
- otras.

No quiere esto decir, que existan habilidades exclusivas de una ciencia, lo que esto significa es que determinadas actividades están más ligadas a la lógica de una ciencia aunque también pueden aparecer en otras.

Al igual que los conocimientos, las habilidades más generales se tienen que conformar y desarrollar mediante la actuación conjunta y coordinada de todas las disciplinas docentes que forman parte del plan de estudio de la carrera. Así, el dominio de las habilidades por el estudiante, va conformando en él sus capacidades, es decir, el complejo de cualidades de la personalidad que debe poseer el profesional que se espera graduar.

Al trabajar con las habilidades es necesario determinar aquéllas que resultan fundamentales o esenciales, las que indefectiblemente deben llegar a ser dominadas por los estudiantes, pues son las que aseguran el desarrollo de sus capacidades cognoscitivas, es decir, la formación en la personalidad del estudiante de aquellas potencialidades que les permitan enfrentar problemas complejos y satisfacer las demandas de su esfera profesional.

El análisis de conjunto de los distintos elementos que comprenden el contenido de la enseñanza permiten comprender la estrecha vinculación que se da entre ellos. Las habilidades no se desarrollan sin los conocimientos; conocimientos y habilidades se logran en un proceso único. La actividad creadora del egresado sólo se desarrollará teniendo como base los conocimientos y habilidades adquiridos por él en el proceso docente educativo.

Formas de expresar el contenido de la enseñanza.

El contenido de la enseñanza se concreta, fundamentalmente, en las asignaturas del plan de estudio, programas, libros de textos y otros materiales docentes.

Por asignatura se entiende un sistema didácticamente argumentado de conocimientos y habilidades, seleccionados de una rama de la ciencia o del arte para estudiarlos en un proceso docente.

Es necesario seleccionar, de la ciencia, aquellos hechos, conceptos, leyes, métodos, etc., que hagan posible la transmisión de dichas bases en correspondencia con los objetivos de la enseñanza, y organizarlos y presentarlos en correspondencia con las peculiaridades de los alumnos. Por esto no puede identificarse el concepto de asignatura con el de ciencia.

El desarrollo impetuoso de las ciencias lleva al surgimiento de otras nuevas, así como de diversas ramas y disciplinas. Las asignaturas pueden abarcar conocimientos que pertenecen a varias ciencias.

Debe tenerse en cuenta también, que no todas las asignaturas se centran en el contenido esencial de una ciencia, sino que la atención se orienta a la formación de habilidades generales y particulares con vistas a su dominio práctico. Ejemplo de esto lo constituyen el Dibujo, la Educación Física, Lenguas Extranjeras, etc.

Niveles de asimilación de los contenidos
La asimilación consciente, implica para el estudiante, la posibilidad de explicar qué hace y por qué lo hace.

Lograr el objetivo, dominar el contenido, significa apropiarse de un sistema de procedimientos, que flexiblemente utiliza el estudiante en la dinámica del proceso docente educativo, en la solución de problemas concretos, ejercitando habilidades, empleando las técnicas correspondientes en el desarrollo de tareas concretas, particulares.

La asimilación profunda y esencial de un concepto, implica su aplicación en condiciones conocidas o desconocidas, diversas y complejas.

Niveles de asimilación:

Para que el proceso docente educativo tenga éxito, para que la institución docente pueda cumplir el encargo que la sociedad requiere de ella, es necesario que el estudiante asimile los contenidos determinados por los objetivos, tanto conocimientos como habilidades. Pero resulta que esta asimilación se puede lograr con diferentes grados de profundidad; los que no pueden determinarse sin un análisis de todos los aspectos que son influenciados en mayor o menor grado por la profundidad con la que ese contenido ha sido asimilado, es algo que incluso no debe ser dejado al profesor inexperto, pues el nivel con que se asimila un contenido influye desde el logro de los objetivos generales, hasta las relaciones intermaterias.

El grado o nivel de profundidad con que se estudia un contenido puede ser muy variado; Se distinguen cuatro niveles de asimilación de los contenidos los cuales son::

Nivel de familiarización,
Nivel reproductivo,
Nivel productivo,
Nivel creativo.

En el primer nivel (familiarizar), se pretende sólo que los estudiantes reconozcan los conocimientos o habilidades presentados a ellos, aunque no los puedan reproducir.

En el segundo nivel (reproducir), se implica la repetición del conocimiento asimilado, o de la habilidad adquirida. Cuando el estudiante repite prácticamente lo dicho o lo hecho por el docente, se dice que el estudiante ha asimilado a un nivel reproductivo.

Hay autores que a este nivel de asimilación le asignan gradaciones, teniendo en cuenta si la acción se realiza con o sin modelos previamente establecidos, o si se llevan a cabo pequeñas variantes del algoritmo que se toma como contenido a asimilar. En los estudiantes de educación superior, debido a su grado de madurez, el proceso de asimilación se desarrolla con mucha mayor agilidad que en los niveles precedentes, por lo que no se necesita detallar demasiado las distintas etapas.

En el tercer nivel (producir), los estudiantes son capaces de utilizar los conocimientos o habilidades en situaciones nuevas. Esto constituye una enseñanza que lo prepara para saber usar lo aprendido en la solución de problemas.

El cuarto nivel (crear) se refiere a la acción propiamente dicha, y supone la capacidad de resolver situaciones nuevas para las que no son suficientes los conocimientos adquiridos. En este caso, no sólo no se conoce el método para resolver el problema, sino que tampoco se dispone de todos los conocimientos imprescindibles para resolverlo, por lo que es necesario presuponer un elemento cualitativamente nuevo (al menos para el estudiante).

Los niveles de asimilación debe ser interpretados como diferentes estadíos cualitativos de un proceso único: la asimilación.

Nivel de profundidad de los contenidos

El nivel de profundidad es una de las características fundamentales en la determinación de los objetivos. Este concreta el nivel de esencia en que se analiza cada concepto, cada ley, teoría o cuadro del mundo; el grado de complejidad en que se domina cada habilidad.

El nivel de profundidad de los contenidos determina el nivel de esencia que, en función del grado de desarrollo científico – técnico de la carrera, es necesario impartir el contenido.

Nivel de sistematicidad del contenido

El desarrollo exitoso de la enseñanza exige determinar correctamente los objetivos en los diferentes niveles estructurales del proceso docente: carrera, nivel, año, disciplina, asignatura, tema, clase, epígrafe, tarea.

Esta característica del proceso y en consecuencia de los objetivos se basa en el concepto de sistema, es decir, en una integración del conjunto de elementos, cuyo resultado es cualitativamente superior a la suma de los elementos.

Los objetivos para la formación de un profesional universitario deben partir necesariamente de los objetivos generales a formar en el egresado de la educación Superior.

De acuerdo con el principio de derivación gradual de los objetivos: los objetivos generales de la formación del graduado ( modelo del profesional ), deben precisarse en forma paulatina, en el año, el nivel, la disciplina, la asignatura, el tema, la clase, es decir se derivan de los más generales a los más específicos.

Este nivel de sistematicidad de los contenidos relacionado con el nivel de los objetivos se puede apreciar en el siguiente esquema;

Esquema #1. Nivel de sistematicidad del proceso docente educativo

Nivel de los objetivos
Nivel de sistematicidad del proceso
Evaluación
Documento
Objetivos generales (Modelo del profesional)
Carrera
Examen estatal y/o trabajo de diploma
Plan de estudio
Objetivos generales
Disciplina o año
Examen final de la disciplina
Programa de la disciplina
Objetivos generales
Conjunto de temas
Examen final de la asignatura
Programa de la asignatura
Objetivos particulares
Tema
Evaluación parcial
Programa de la asignatura
Objetivos específicos
Clase
Evaluación frecuente
Plan de la clase


Relación entre los objetivos y contenidos de enseñanza

La categoría objetivo es la categoría rectora y hemos dicho que de los objetivos generales del modelo del especialista se pueden deducir los objetivos de disciplina y asignaturas del plan de estudio.
· El objetivo precisa el contenido. El objetivo es esencial, es más general que el contenido.
· Existen casos en que es posible lograr nuevos objetivos con los mismos contenidos.
· El objetivo trasciende a los contenidos porque caracteriza los nuevos rasgos a formar en la personalidad del educando.

Invariantes de conocimiento

El Dr. Carlos Alvarez define lo siguiente:
En toda ciencia hay conceptos que reflejan los aspectos más generales de su objeto de estudio y que están presentes en casi todas sus manifestaciones particulares.
En las asignaturas, como arreglo pedagógico de la ciencia, estos conceptos más generales se concretan en el contenido de la enseñanza ya sea como propiedades, leyes o principios.
Estos conceptos son llamados también ideas rectoras, núcleos básicos, invariantes del conocimiento, conceptos centrales, conceptos generales y otros; pero en todos los casos los consideran como lo más importante de todo el conocimiento de la asignatura.

Durante la determinación del contenido y su estructura las invariantes o ideas rectoras sirven de hilos conductores que lo atraviesan y que en buena medida lo caracterizan.

Otros autores plantean que las invariantes no es más que la característica estructural funcional estable de cada nivel del sistema.

Existe otra forma de estructurar y analizar en sistema los contenidos y es a través de la búsqueda o a partir de la célula, o sea, se le llama también enfoque sistémico pero genético.
La célula es elemento del cual parten o se derivan todos los conceptos de esa asignatura. En Química puede ser el átomo, la célula en Biología, en Resistencia de Materiales la tensión, etc.

Conclusiones

El conocimiento y la habilidad son los dos subsistemas fundamentales del proceso docente educativo, que se estudiaron separadamente, pero que en la realidad objetiva del proceso se manifiestan unidos.
Los niveles de sistematicidad de los contenidos de acuerdo con la lógica de la ciencia son: el concepto, la ley, la teoría y el cuadro.
El contenido se subordina a los objetivos de enseñanza, pero en relación dialéctica, pues los objetivos se concretan en el contenido.
El contenido se precisa en el plan de estudio, en el programa de la disciplina o asignatura, en el texto y en el plan de clase.

No hay comentarios:

Buscar en este blog