24.7.07

El modelo tradicional de la pedagogia escolar: Orígenes y precursores"

El modelo tradicional de la pedagogia escolar: Orígenes y precursores"
Miguel Ángel Gómez Mendoza

Asumiendo que el modelo "tradicional" de pedagogía escolar se configura como una dimensión originaria y posible de acción pedagógica, se plantea como este ha sido y es objeto de intensos debates de orden histórico, cultural y filosófico. Además se esbozan las contribuciones de sus precursores (Platón, Comenius, Herbart) y se sugieren los elementos constitutivos y sus modos de actuar y configurar el "imaginario" pedagógico moderno y contemporáneo, condición necesaria para abordar la historicidad de la pedagogía y la comprensión del alcance de las "disputas" pedagógicas actuales.

En el sentido etimológico, la tradición, es el acto de pasar de uno a otro(1). La pedagogía tradicional puede ser considerada como un sistema de tratamiento de la información, de transmisión y de comunicación escolares. Según la lógica de este modelo, la acción pedagógica se establece, o más exactamente se identifica principalmente alrededor de la actividad del único actor reconocido que es el profesor. Se considera la enseñanza como el principal elemento realizador. Lo tradicional, como transmisión, describe igualmente la transitividad supuesta de los saberes y de los valores, reproducción de un orden establecido conforme a un modelo, inclusive si éste se supone liberador.
La pedagogía escolar se halla en el cruce de modelos del pasado y del presente. La escuela es una institución que está constituida históricamente. De esta manera, los elementos de modelización culturales y tradicionales no se revelan solamente pasados, o en relación con el pasado: ellos están siempre presentes bajo la forma de fundamentos, de referencias, aún si la práctica los ha adaptado (en parte) a las exigencias psicosociales de hoy en día. Las instancias pedagógicas, la clase, el curso, los modos de actuar de los profesores y de los alumnos, sus expectativas y sus representaciones tienen un origen que se puede cuestionar como histórico o como función primaria. Esta permanencia en el seno de la pedagogía escolar permite comprender la escuela. Entre presente y memoria, la pedagogía es evolución.
El modelo tradicional es, cualquiera que sea su época, una configuración identificadora, una dimensión posible de toda acción pedagógica. Ha sido y es siempre, el centro de una reflexión crítica sobre los principios y los modos de actuar que se ubican en relación con lo "tradicional".
El marco escolar de la pedagogía y la dimen-sión "tradicional" aparece bajo la forma de la imagen de un maestro, de una clase, a menudo presentadas bajo una forma de pedagogía imposible, paradójica, es decir auto-ritaria, pedagogía del maestro que se convier-te en pedagogía magistral. El modelo tradicional es objeto de aproximaciones contradictorias: de una parte, él constituye el principal modo de realización y de representación de la actividad pedagógica, imagen en donde el profesor oficia en una clase bajo el modo de transmisión de lo tradicional _esta cara aparente del trabajo pedagógico encuentra aquí una historia y sus razones-; de otra parte, el modelo tradicional, a menudo es criticado y puesto en tela de juicio.
Con el término tradicional se trata de identificar una época, que se distingue por la presencia de tres polos característicos:
- el conjunto de modos de actuar en pedagogía producto de una tradición: la tradición y la cultura pedagógica, en el doble sentido de cultura profesional y de origen cultural de la pedagogía, de la cual se toman prestados los principios y la manera de llevar a cabo una actividad pedagógica (por ejemplo una clase o dictar una clase);
- la referencia cultural y humanista al pasado: se enseña la tradición, los textos antiguos, los clásicos, es decir los autores explicados y comentados en clase, las lecciones del pasado. Esta continuidad está centrada sobre el acceso formador a los conocimientos y a los valores indispensables, a la vez por su contenido y por la manera de acceder a ellos;
- el proceso formal de transmisión y de tradición, constituye junto a los elementos de autoridad de los conocimientos y de aquellos que los transmiten. Más allá de los objetos a transmitir, se trate de obras del pasado o del presente, este proceso se convierte en el fundamento activo y razonado del modelo tradicional.
Estos elementos constitutivos del modelo tradicional pueden ser observados desde dos aspectos:
- del pasado al presente, los modelos culturales en el origen de la pedagogía llamada "tradicional";
- en nuestros días los funcionamientos (implícitos o explícitos) de la actividad pedagógica ligadas al modelo tradicional.

1. Modelos culturales: orígenes y precursores
La pedagogía se construye como problemática alrededor de concepciones culturales filosóficas, políticas y morales: ella saca de ahí sus primeros significados.

1.1. La mayéutica, fundamento de la relación pedagógica?
Los diálogos de Platón ponen en escena el arte de Sócrates que se presenta como análogo a la mayéutica (recordemos que la madre de Sócrates, Penarete era una sabia-mujer), partera de las mentes, de los pensamientos que éstos contienen sin saberlo. Sócrates precisando el sentido de la mayéutica decía en el Theeteto:

" - Sueña en lo que caracteriza las sabias-mujeres, a todas sin excepción; y tu serás más agudamente instruida de lo que yo deseo instruirte: en mi casa, no hay punto de alumbramiento del saber, y le reprocho que precisamente me hayan ya hecho bien de gente, de plantear preguntas a los otros y de nada producir yo mismo sin ningún sujeto falto de poseer ningún saber, es un reproche bien fundado. De esta manera entonces, yo no soy precisamente un sabio en nada" (Platón,1950a: 149b y 150c.).

La pedagogía no nace del saber sino que le da nacimiento. Esta figura pedagógica se funda igualmente2 sobre el principio teórico del recuerdo (recordarse): el conocimiento no es más que un recuerdo; conocer es re-acordarse. Escribir en el orden del saber, es permitir a aquel que sabe sin saberlo de re-nacer en el saber.
El origen de la pedagogía es oral. La mayéu-tica pertenece al arte del discurso que ocupa un lugar central en la cultura griega. En esta cultura se discute y se opone, examinando el planteamiento de diferentes hipótesis, bajo la forma de aporías, es decir, poniendo en evidencia dos razonamientos contrarios para la misma pregunta, por un método que se le llamará dialéctica. La dialéctica es a la vez pensamiento y discurso. Los sofistas, que practican el arte del discurso, eran no los sabios sino principalmente los pedagogos. Ellos se inscribían en una corriente humanista, que Protagoras proclama afirmando "El hombre es la medida de todas las cosas". La crítica de Sócrates contra los sofistas (que da origen a la connotación negativa del término) no debe ocultar que estos fueron los primeros en hacer de la educación su oficio, bajo la forma del preceptorado colectivo. En Georgias, Sócrates pregunta a su método:

"Con cual cualidad se relaciona el conocimiento de este arte (oratoria)? Cualquiera que enseñe una materia, posee lo que él enseña?" (Platón, 1950b: 447c-453c).

En la época de Sócrates, la educación, paideia, estaba concebida en un contexto muy alejado de lo que hoy entendemos por escuela, y se entendía como la relación de una joven mente con una mayor (y no forzosamente la de un adulto) a la vez modelo, guía e iniciador, y no como un programa de enseñanza. La educación concernía la ética y la educación privada, en oposición a la escuela, que se ocupa de la educación del ciudadano. En la sociedad ateniense del siglo V antes de Cristo, la educación política, y también artística y científica, compensa la ausencia de una verdadera educación familiar. De otra parte, ningún conocimiento psicológico del niño en ese entonces se evocaba.
La problemática pedagógica es sin embargo, se identifica y organiza en este contexto alrededor de algunas referencias fundadoras como son:
- la del maestro y el discípulo(3), límite cultural de la enseñanza tradicional. Se habla aquí de la supervivencia de una original relación de apego del discípulo al maestro. (El alumno debe amar su profesor para aprender -relación interpersonal- o bien reconocer su autoridad- relación socialmente establecida?).

El modelo tradicional es, cualquiera que sea su época, una configuración identificadora, una dimensión posible de toda acción pedagógica. Ha sido y es siempre, el centro de una reflexión crítica sobre los principios y los modos de actuar que se ubican en relación con lo "tradicional".


- la de la relación pedagógica, como fundamento de la actividad. El rodeo por lo otro es necesario para acceder a su propio saber. La lógica dual de la interacción maestro/discípulo, ilustrada por el orden dialéctico, no es, y lo subrayamos, la del orden del saber sino la de su constru-cción. El maestro opera "como si" su propio saber no estuviera afectado por la ló-gica pedagógica, y que en consecuencia, por sí solo estaría en capacidad de ponerse en busca del saber, y así llamar la ignorancia. Se encuentra de esta forma una figura esencial de la pedagogía como es la de interrogar, de poner en cuestión, porque se trata de "como buscar lo que se ignora, sin saber que se le ignora" (Platón, 1950c: 82c).
- la del lenguaje, discurso oral o escrito, entendido como lengua y como pensamiento discursivo: "La palabra conveniente es el signo más seguro del pensamiento exacto", afirma Isócrates, que aparece en Fe-dro como discípulo de Sócrates, y al lado de Platón, es el verdadero fundador de la educación clásica. Educación que se basa sobre el ideal del orador, del "bien decir" y de la elocuencia, como transformación del arte de la política (la elocuencia era en primer lugar arte político en Atenas) en arte literario.
- el de la persona: para Sócrates, el hombre no instruido no es hombre. Se instruye esencialmente dialogando y refiriéndose a una verdad interior (ligada al idealismo filosófico), representada originalmente por la teoría del recuerdo que funda el saber sobre su acceso personal. El saber es un elemento de emancipación. La formación de un hombre cultivado en-cuentra aquí su fuente en el movimiento de la paideia al humanitas. Los romanos llamaran humanidades (humanitas) el estudio de las letras y de las artes liberales (perspectiva que también incluye a la escolástica), mediante las cuales el hombre se distingue y se eleva a la verdadera dignidad de su naturaleza. El humanismo del Renacimiento es el movimiento intelectual que renueva apelando a los autores antiguos. En la enseñanza clásica las humanidades designan esencialmente los estudios literarios. Una oposición reciente se reanuda entre educación clásica y literaria, educación científica y técnica. Este ideal humanista clásico, ex-traño a todo dogmatismo (pero no a todo elitismo) se opone al adoctrinamiento. Es un ideal perso-nalista y no socializante, la vida privada (y no la vida pública) es el objeto esencial de su educación(4).
- la del método, acceso a la verdad, en tanto teoría del saber (la reminiscencia) co-mo proceso pedagógico. El método está en el Menon, y es objeto de una constante interrogación:
"Sócrates: -no hay enseñanza sino un recordar (...); _yo no le enseño nada, pero todo lo que yo hago es preguntar (...); en el que no sabe nada, existen, concerniendo tales cosas que él encuentra no saber, los pensamientos verdaderos que atañen a estas cosas que él no sabe (...); no es sin haber recibido de nadie al-guna enseñanza, sino ante todo siendo cuestionado, que él poseerá los conocimientos tomados de su propio fondo, el conocimiento que él se da a sí mismo." (Platón, 1950c:82a-85c) El saber es una obra, llevada a cabo con un método.
Muchas previsiones implícitas encuentran aquí su contexto de origen y su sentido. Pero la escuela (scholè, lugar de reposo, de distensión) no es el lugar fundador de la relación cultural entre el maestro y el alumno. El maestro de escuela (oficio humilde y de hecho muy odiado en los tiempos de Sócra-tes) si bien es instructor no es educador. Es entonces (y todavía) del mismo maestro del que se habla hoy. El problema central de la educación no es aquí la escuela, escuela de los escribas, escuela tecnicista concebida como lugar del aprendizaje mecánico (didác-ticos, luego ante todo repetidor) y no de la educación. Entonces la semejanza es con el método, mayéutica, dialéctica, principio de la heurística del diálogo en pedagogía.
Estos elementos constitutivos de la actividad pedagógica son las construcciones, pe-ro también los desafíos que nos aparecen a menudo como evidentes. De esta forma, la relación pedagógica, tal como la entendemos en la dualidad maestro-alumno, no es ni un dato, ni un a priori: es una terminación, que toma su lugar en la pedagogía escolar (paradójicamente, porque la escuela pone en escena un maestro y los alumnos), de esta manera la escuela no es su lugar de origen. La relación pedagógica puede existir a la escuela? Si sí, acaso no se debe subrayar, por esta génesis, que esta relación no puede ser una cuestión previa y que se debe siempre reconstruir?
Toda relación pedagógica destaca una parte de la mayéutica (alumbramiento). El nacimiento del conocimiento, que toma el giro de la ironía socrática y de su "ignorancia fingida". La ironía (eironein, interrogar) so-crática es un "método" en el sentido que él conduce cuestionando, de manera que lleva a su interlocutor a enunciar una proposi-ción que él deberá rectificar. Hace dinámica la distancia del saber, da acceso, construye un camino a seguir. Enseñar es interrogar y no saber en sí mismo, pensar lo que no se sabe para delegar el despertar del saber a a-quel que se levanta; tal es la ruta sugerida por Sócrates. Porque no se aprende solo, sino en la interferencia de una doble lógica, la del maestro (sí bien Sócrates rehusaba ser llamado maestro), y la del alumno. De este diálogo (dia-logos: discurso interactivo) nace la pedagogía, forma de pensamiento que los une. El origen de la pedagogía, es así oral.

1.2. La evolución pedagógica
Del presente al pasado, se podría tener la impresión de un progreso lineal que conduce a la definición actual de la escuela. Pero no es el caso. Han existido las escuelas. A través de las construcciones, las rupturas y las reconstrucciones, por ejemplo del Renacimiento o del fin del siglo XIX, se encuentra un sentido a los diferentes aspectos de la pedagogía.
>Las escuelas latinas, donde aparece desde el siglo III una enseñanza secundaria, son un comienzo de la pedagogía escolar. Esencialmente ligada a las letras y a la cultura, esta enseñanza fue el motor de la creación de una literatura latina. La escuela se convierte en el lugar de una iniciación instrumental al "saber" y a la cultura, su lugar legitimador. Existían por ejemplo en esta época los manuales bilingües, griego y latino, que sirvieron hasta la Edad Media. La enseñanza clásica es la enseñanza que se dispensa en las clases. Los autores clásicos son aquellos que se enseñan tradicionalmente. Sus disposiciones sobreviven hoy en día.
No obstante, no se puede reproducir la evolución pedagógica, por ahora basta decir que ya Durkheim (1960) en L´Évolution pédagogi-que, nos planteaba sus grandes líneas evolutivas, cuando considera que el desarrollo del sistema educativo francés puede ser ordenado según cuatro períodos: la edad de la gramática del siglo IX al siglo XI; la edad escolástica(5)del siglo XII; a continuación la edad del humanismo, en el siglo XVI, y finalmente, la edad de una cultura histórica y científica a partir del siglo XVIII.
La entrada de una cultura científica y disciplinaria es tardía con relación a una enseñanza clásica. Para cada período, la cuestión "pedagógica"se plantea sistemáti-camente, los métodos forman un cuerpo con las ideas, que testimonian la puesta en escena y las evoluciones del debate pedagógico mismo, debate siempre diverso.
A título ilustrativo, cabría afirmar que la pedagogía está atada dos "pedagogos" que han elaborado modelos y métodos: Comenius y Herbart.

Este ideal humanista clásico, extraño a toda dogmatrismo (pero no a todo elitismo) se opone al adoctrinamiento). Es un ideal personalista y no socializante, la vida privada (y no la vida pública) es el objeto esencial de su educación.



1.3. Comenius o «el arte universal de enseñar todo a todos»
Comenius nació en Moravia-Bohemia en 1592. Calificado de "Galileo de la educación". Publicó una guía de la escuela maternal, donde insiste sobre la importancia de la educación de los primeros años. Plantea el principio de una escuela "vernácula", escuela en lengua usual o corriente en oposición a la escuela latina.

Método y pedagogía
En su obra principal, Didáctica Magna, desarrolla la idea de método:

"Yo tomo el riesgo de prometer una Gran Didáctica, es decir un arte universal de enseñar todo a todos, seguro, rápido, sólido, es decir, cierto en cuanto al resultado, en cuanto a la adquisición de las verdaderas letras, de las buenas costumbres y de la piedad sincera. Todo lo contrario de un saber artificial." (Comenius, 1992)

La nueva afirmación de un método a priori para enseñar puede aproximarse al Discours sur la méthode de Descartes. Existe, nos dice Comenius, "un fundamento tan sólido que nos conduce con certidumbre y sin error posible en el progreso intelectual", lo que supone el deber de abandonar las "observaciones empíricas" en pedagogía. La pedagogía es un arte universal para fundar las escuelas universales, el método es organización y enseñar no requiere de otra cosa que una buena repartición del tiempo y de las materias "tan precisa como un reloj (...) y que ningún obstáculo nos puede extraviar". Comenius preconiza el análisis: una sola cosa a la vez. "La confusión que reina en las escuelas proviene de que se quiere hincar en las cabezas muchas cosas a la vez; (...) es como si el zapatero se metiera en la cabeza hacer al mismo tiempo seis o siete zapatos. " Es el maestro quien distingue (distinción siendo razón) cada punto que desea enseñar, lo aísla, lo reduce a la simplicidad, que es forzosamente claridad. El método es un algoritmo de acción, y a su vez, define igualmente su objeto:

"Demarcándome de los hallazgos, de las opiniones, de las observaciones de los otros y partiendo sobre nuevas bases, yo me someto a examinar el problema y a buscar las causas, las razones, los límites y los fines de lo que nos permitimos llamar: Aprendizaje." (Come-nius, 1992)

En el centro está el profesor, su oficio, su método: el profesor debe "ser feliz en su oficio, aún en aquellos a quienes la naturaleza no les dio con mucha generosidad el talento pedagógico, porque la misión de cada maestro no es tanto extraer de su propio cerebro lo que debe enseñar y la manera como debe enseñar, como la de transmitir a las jóvenes inteligencias una cultura ya elaborada con la ayuda de medios preparados y puestos a su disposición."
La pedagogía no es el talento; es el método, elemento de dominio de una actividad específica. La enseñanza, constituida como método, se apoya sobre la referencia central al libro (el manual) que le sirve de partitura. Lo que se afirma en Comenius, es que la escuela se convierte en el lugar de la realización de la educación, que le da sentido:

"si ésta puede aportar algún remedio a la corrupción del genero humano, esto no será sino por una sabia y previsora educación de la juventud."

La pedagogía se convierte en un dominio de acción distintivo y un objeto de estudio que se desprende de la corriente filosófica. La pedagogía es testimonio del rol del escolar en la educación, por el cuidado que se pone en la instrucción sistemáticamente conducida.
Aparece con Comenius una función didáctica general, como pensamiento sistemático del orden de las enseñanzas y de la escuela. Un solo método, que no se confunde con los contenidos, una sola disposición de la enseñanza basta para todas las materias. La pedagogía reemplaza al ars (que se traduce aproximadamente por un "arte"), es decir, es una obra. Se trata más de una técnica, conjunto de reglas de acción que de un saber hacer. El ars, esbozo de profesionaliza-ción, reemplaza muy bien al método.

La organización escolar
El proyecto de dar forma a un tratado de la escuela y de la enseñanza bajo la forma de Gran Didáctica(6) consiste en relacionar los principios pedagógicos, la organización espacial y temporal, los programa o las herramientas, articulación fundadora de la pedagogía escolar.
Comenius codifica una escuela que se convertirá en tradicional: la escuela maternal, la escuela elemental pública en lengua vulgar, la escuela latina o gimnasio (el término designa todavía en Alemania y en Suiza la escuela secundaria). Esta delimitación ordenada se prosigue al interior de la escuela bajo la forma de una pedagogía que "inventa" la clase, que podemos denominar "radial" (según la imagen de radios que propone, Comenius concibe que "la acción de un solo maestro bastará a la educación de numerosos alumnos": "Es por ello que el maestro no deberá situarse al lado. Este se ubicará sobre su silla (para ser visto y entendido por todos) y, como el sol, expandirá sus rayos sobre todos". Entre los numerosos elementos o principios del método, Comenius nos propone ocho, que permiten al maestro mantener la atención:
1. "La enseñanza debe presentarse de manera agradable y se debe subrayar su utilidad.
2. "La lección comenzará por poner en valor la materia a tratar, para relacionarla de manera hábil al curso precedente. El maestro hará que los alumnos constaten su ignorancia.
3. "El maestro se mantendrá a una mayor altura con relación a la clase, frente a esta última, mirará a todos los alumnos y exigirá que todos tengan los ojos fijos sobre él.
4. "El maestro mantendrá la atención despierta.
5. "Se interrumpirá de tiempo en tiempo para hacer repetir lo que se acaba de decir.
6. "Si el maestro no obtiene respuesta de parte de un alumno, él interrogará otro y así a continuación hasta el trigésimo.
7. "Una vez terminada la lección, los alumnos podrán preguntar libremente al maestro. No se debe aceptar las demandas de explicación individuales" (Comenius, 1992)
La lección colectiva, así constituida, responde a las necesidades específicas, según una orientación perfectamente opuesta a los principios de dominio y de diferenciación. Para Comenius, cada escuela debe ser dividida en clases diferentes, según las diversas enseñanzas ofrecidas. Un manual único por clase, cuya escritura responda a las reglas estrictas, que también debe ser familiar y simple, contendrá todo lo que debe ser enseñado en esta clase.

La pedagogía no es el talento; es el método, elemento de dominio de una actividad específica. La enseñanza, constituida como método, se apoya sobre la referencia central al libro (el manual) que le sirve de partitura.


1. 4. Herbart(7): cultura formadora y método formal de enseñanza
Para Herbart, la adquisición sistemática de conocimientos tiene un valor en sí mismo:

"Yo no puedo hacerme una idea de la educación sin instrucción.(...) No hay punto de instrucción que no sea educativo";

y la pedagogía debe conducir la realización como "ciencia de la cual el educador tiene necesidad para sí mismo" (Herbart, 1908). El saber es inteligencia, es en este sentido que toda experiencia nueva no arriba a una mente libre sino para juntarse a una previamente adquirida. Recibir un elemento nuevo, asimilarlo, adaptarlo, nos dice Herbart, supone un "subconsciente", una cultura previa, que son la parte inmersa y necesaria para recibir un saber. La cultura como actividad formadora tiene elementos objetivos (aspectos de la cultura y el saber) y subjetivos (aquellos del ser a "formar") que se articulan y se corresponden. La "mente" se construye por los conocimientos que se le dan, condición esencial si el alumno quiere ver su interés despierto. Herbart elabora una metodología que permanece todavía como referencia (implícita o explícita) en sus aspectos formales y asocianistas cuando relaciona los elementos externos e internos del progreso intelectual. La escuela encuentra de esta manera su lugar, como espacio de formación y de despertar del alumno, y como espacio de encuentro organizado y metódico.
La instrucción no es entonces una simple transmisión de informaciones, sino una creación de formas dirigidas por el proceso de enseñanza. Este se confunde necesariamente con el proceso de aprender: enseñar es hacer aprender. El pedagogo alemán nos deja un algoritmo metodológico: el de los "grados formales" de la enseñanza como desenlace sistemático (Herbart habla de "marchas de la enseñanza"). El "curso" se convierte en un ejercicio intelectual. Este se organiza de acuerdo a las siguientes etapas:
1 Mostrar (estado de claridad): cada aporte nuevo es objeto de un examen suficientemente prolongado para ser "netamente concebido".
2 Asociar (estado de la asociación): por medio de la libre entrevista, se destacan el aporte bajo formas constantemente renovadas a las nociones ya aprendidas.
3 Enseñar (estado del sistema): una exposición metódica pondrá de manifiesto como consecuencia el pensamiento esencial.
4 Filosofar (estado del método): los trabajos personales demandados a los estudiantes mostrarán si éstos son capaces de reconocer la regla en un caso particular y aplicarla.
Un plan sistemático de desarrollo de un curso fue codificado por los discípulos de Herbart, a saber: preparación, presentación, asociación, generalización, aplicación. Este plan, transformado en rígido y sinónimo de lección, sería garantía de una lógica y de una gestión rigurosa, evitando las acciones propias de los alumnos.
Herbart propone conjuntamente con estos grados para la acción del profesor una "atención simpática" frente al niño y al adolescente, de acuerdo también a cuatro grados: ser intuitivo (grado de la atención); ser continuo (grado de espera); ser estimulante (grado de la investigación); ser en la realidad (grado de la simpatía).
La pedagogía, tal como la concibe Herbart, supondría de hecho tres elementos:
- La cultura formadora: por una especie de transversalidad, la cultura permite leer la cultura. En otros términos, el carácter formador de la cultura se extiende a la inteligencia. Ella permite a todo individuo cultivado adaptarse, asimilar, comprender e integrar toda forma de cultura. Se puede hablar de autonomización de la cultura: entre más se sabe, mejor se aprende. Se habla de esta forma de disciplinas formadoras, de cultura general;
- El papel de la enseñanza como simulación y estimulación intelectuales: la originalidad de Herbart está en explicitar y en elucidar el proceso de enseñanza y su gestión o manejo. La enseñanza es una incitación cultural. No se entra en la cultura más que por los sesgos de una especie de ejercicio intelectual (según la figura del gimnasio que designa todavía, como se ha señalado, la enseñanza secundaria en ciertos países europeos). Saber y cultura es el objeto de la enseñanza, y hacen parte del proceso formador en un doble sentido: de forma dada y de actividad para asimilar y adquirir los modos de pensamiento. Este proceso es el de una heteroestructura-ción, es decir, dar forma, si bien el alumno es en primer lugar pasivo. La cultura no se aprende, se enseña: ella es "unidad de pensamiento" (Herbart). Y gracias a la enseñanza recibida, se crece en la cultura. Pero esto significa también, que el alumno es el verdadero sujeto de la cultura, que le permite acceder progresivamente a una autonomía. La enseñanza está así en coherencia con su objeto: la cultura formadora;
- La justificación metódica del agente enseñante: definición herbatiana de la pedagogía, disposición de la lección alrededor de la actividad del enseñante. El principio formal hace parte de la organización de la enseñanza: el método. El modelo queda previamente concebido al desarrollo de la actividad. La aptitud del alumno está idealizada y no puede aparecer más que bajo la forma de la correspondencia al molde o a la carencia. La "psicología" requiere del alumno un interés puro, supuesto, inmediato, independiente de su objeto. El método describe las condiciones de posibilidad del interés del estudiante por la lección y no por el saber. Este logaritmo pedagógico pertenece a la historia como a la representación posible de la actividad.
Para terminar, podemos considerar que los "origines" que hemos encontrado y expuesto, sugieren que si el enseñar nos aparece como actividad familiar o "natural", esta depende de hecho de hipótesis fundadoras que ponen en acción operaciones culturales y formales. En la historia de los movimientos y corrientes pedagógicas y educativas, por ejemplo Dewey (1968) y los partidarios de la Educación Nueva (Médici,1995) cuestionaran sistemáticamente estas hipótesis y sostendrán que la pedagogía de Herbart es una pedagogía a priori, esquema que marca la inscripción de la enseñanza en un principio cultural(8).
NOTAS
(1) Tradare, acción de transmitir, de librar, tiene entonces el mismo origen que traicionar (Siglo XV). El término tradicional en el sentido actual no aparece sino en el siglo XVIII.
(2) Los fundamentos filosóficos son de otra naturaleza: aquí no se trata más que de fijarle uno de los orígenes culturales a la pedagogía.
(3) Discípulo (de discere, aprender) es un término latín más tardío y en consecuencia en un cierto sentido "anacrónico"
(4) Educación e instrucción. Es muy difícil disociar los dos términos, se puede indicar solamente la diferencia entre dos de sus orientaciones. La educación, está asociada al desarrollo de potencialidades,
individuales y colectivas, y a los procesos que los adultos ejercen sobre los más jóvenes para asegurar este desarrollo. El de instrucción, es más limitado, y concierne progresivamente al acceso a un cuerpo de conocimientos a impartir de tal manera que el individuo sea instruido. El ideal fundador de la escuela de instrucción pública apareció luego de la Revolución francesa. "Instrucción" se convierte en sinónimo de "luces", de difusión general de los conocimientos y de la razón, necesaria a la libertad y al derecho. Por ejemplo, el ministerio de la educación nacional en Francia se llamó mucho tiempo ministerio de la instrucción pública.
(5) La escolástica es la enseñanza de las escuelas que será reconstituida en el siglo IX por Carlos Magno, sobre el modelo griego y romano. El programa estaba compuesto de siete artes liberales (destinadas a los hombres libres y no a los esclavos): gramática, dialéctica, retórica, música, aritmética, geometría, astronomía. El programa sufre transformaciones, especialmente por el redescubrimiento de los escritos de Aristóteles, transmitidos por los comentaristas árabes (siglos X y XI). Es en la perspectiva de una enseñanza filosófica más o menos al servicio de la teología y a la autoridad de Aristóteles como se le describe a menudo. Hacia el siglo XII, la dia-léctica domina las otras ramas, y constituye una lógica. Ella derivará hacia los métodos puramente nemotécnicos, o a las formas de argumentación pedantescas.
(6) El verbo "didáctica" viene del griego Didaskô, frecuentativo de disco: arte de la repetición; y de didascalos, el enseñante, el repetidor. En 1640, Comenius define la didáctica (Didáctica Magna) como "el arte de enseñar, el conjunto de medios y de procedimientos que tienden a hacer conocer, a hacer saber alguna cosa, generalmente una ciencia, una lengua, un arte". El término está en el centro de un debate: una serie de acepciones hacen de la didáctica una teoría de la enseñanza, una teorización de métodos en el marco de la pedagogía escolar. Otros la sitúan como componente de la acción pedagógica. Para Gerard Vergnaud (1978) y Michel Verte (1975), la didáctica de una disciplina estudia los procesos de transmisión y de adquisición relativos a un dominio específico de esta disciplina. En la Transposition didactique: du savoir savant au
savoir enseigné, Yves Chevalard (1985) la describe de esta forma como el "remanente importante de los conocimientos científicos que consiste en transformarlos en objeto de enseñanza". La didáctica anticipa y organiza la construcción escolar de los (del) saberes, pero ella no la conduce. Ella trata de su adquisición posible, inscribiendo de alguna manera el cuaderno de cargas de la realización de los saberes en la esfera de la pedagogía escolar que ella aclara en este dominio. Se habla de didáctica en singular para indicar un dominio teórico definido por sus ejes de investigación. El plural de las didácticas remite ineluctablemente a la cuestión de una didáctica general o de una dimensión integradora de las prácticas comprometidas por el alumno y el profesor: la pedagogía.
(7) Johann-Friedrich Herbart (Alemania 1776-1841), sucesor de Kant en la cátedra de Kónigsberg es uno de los primeros en intentar elevar la pedagogía al rango de ciencia sobre una doble base especulativa y experimental. Asocia el principio de la educabili-dad, la moral y una psicología en la sistematización del sistema de enseñanza. La pedagogía es una vía de realización individual del principio de libertad. Su influencia fue muy importante en Alemania donde es considerado como uno de los fundadores de la pedagogía escolar.
(8) Esta crítica supera los límites y objetivos de que nos hemos planteado en este trabajo y será tema de ub de un próximo artículo denominado "Modelo tradicional y pedagogía contemporánea", que debe ser considerado como continuación sistemática de lo expuesto.


BIBLIOGRAFIA
Comenius (1992) La Grande Didactique. Klinscksiek. Genève.
Chevalard, Yves (1985) La Transposition didactique: du savoir savant au savoir enseigné. La pensée sauvage. Paris.
Dewey, John (1968) Expérience et éducation. Ar-mand Colin. Paris.
Durkheim, Émile (1960) L´Évolution pédagogique en France. Puf. Paris.
Herbart, Jean-Frédéric (1908) Comment élever nos enfants. Scheilcher Frères. Paris.
Médici, Angéla (1995) L´Éducation Nouvelle. Puf.
Paris.
Platón (1950a) Théétète. Gallimard, La Pléiade. Paris. Trad. León Robin.
Platón (1950b) Gorgias. Gallimard, La Pléiade. Paris. Trad. León Robin.
Platón (1950c) Ménon. Gallimard, La Pléiade. Paris. Trad. León Robin.
Vergnaud, Gérard (1978) "la didactique" Revue francaise de pédagogie. No. 45. P. 15-25.
Verret, Michel (1975) Le temps des études. Honoré-Champion. Paris.



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